Parecía un día cualquiera...
Todos entramos a clase como de costumbre, pero.. y el profesor?
Óscar estaba tardando en llegar, y de repente ya está aquí. Nos informa que hay una charla importante de una mujer, Teresa, argentina, que era una eminencia en esto de ser maestro, así que nos dio la posibilidad de asistir, y retrasar la exposición sobre el software libre para el próximo día.
Así que allá vamos, llegamos a la charla, intentamos entrar silenciosamente sin molestar a nadie (ya que la charla había empezado) y allí vemos a una mujer, poderosa, trabajadora, profesional, cercana, con ese acento, (así es como yo la vi). Aquella mujer estaba hablando de su vida, de sus seis hijos, de su entorno de su dedicación como madre, espera, espera... ¿6 hijos? en 5 años..sí, por lo que nos habló de su tarea como madre, que podía llegar a ser igual de importante que la de maestra al tener que enseñar a sus 6 hijos. Así que ella se ocupaba de sus niños, realizaba talleres de cocina, de tejer, de manualidades, de navidad, de todo lo que se le ocurría, y claro, si iban sus seis hijos y tres vecinos más, estaban al completo, decía entre risas.
Ella se definió como mamá, cocinera, y tejedora. A continuación nos pidió que por favor levantáramos la mano y nos definiéramos con 3 palabras que deberían también ser incorporadas a nuestro currículum. Yo, sabiendo como soy, levanté la mano y dije bien alto: Estudiante, trabajadora, y ama de casa, pero también podría haber dicho hermana, hija, nieta, animadora, etc. Porque aprendemos muchas cosas emocionalmente y conceptualmente ( a nivel cognitivo) de las demás personas que están a nuestro alrededor y de toda nuestra interacción con el entorno o ambiente.
Más tarde, nos habló de una niña, Celeste, que era muy nerviosa, mordía, pegaba a los demás, estaba completamente enfadada con el mundo y nadie sabía el por qué. Como educadora en el centro en el que se encontraba propuso dar con el motivo por el cual la niña se encontraba en ese estado de ira.
Investigando, investigando se dieron con la realidad en los morros.
La niña y su madre, no tenían dónde vivir, dormían en un garaje que un viejo amigo les dejaba para las horas de la noche, que no tenía luz ni agua. La niña empezó a ducharse en el colegio, a comer, a dormir.
Con esto, lo que ella quería demostrarnos, es cómo de fuertes podemos ser si estamos unidos, si somos fuertes, si somos solidarios y nos apoyamos los unos a los otros todos saldremos adelante, todos necesitamos segundas oportunidades, todos cometemos errores, nos equivocamos, pero volvemos a empezar sin palmadita en la espalda, porque nos quedan muchos años de estar aquí, por lo que tenemos que disfrutar de la vida, y eso también implica caerse y levantarse, si no, ¿Qué sería la vida? ¿Todo el rato igual, sin problemas, ni discusiones, ni retrasos, ni explicaciones? ¿Qué aburrido, no? (Al menos esto es lo que pienso yo...)
Tuve que salir a las 13:00 porque tenía tándem de valenciano, pero el poco rato que estuve fue suficiente para hacerme reflexionar sobre si la sociedad actual trata realmente estos valores.
Realmente una charla de la que poder hablar.... ¡Hasta el Jueves
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